El Líquido Refrigerante. Importancia Tipos
En viajes largos y, con regularidad, es aconsejable revisar la refrigeración del motor, ya que se puede dañar. Sin embargo, quienes han comprado carro recientemente, se sorprenden de que ahora les hablen de líquido refrigerante en lugar de agua y que, además sea de color verde.
Porque así como el automóvil ha cambiado, también sus componentes han evolucionado y el líquido que se debe usar para evitar recalentamientos en el motor no se quedó atrás.
¿Qué es el Líquido Refrigerante?
El calor que generan los motores de combustión interna es uno de los aspectos tradicionales de estos mecanismos. Irónicamente es uno de los causantes de las fallas en los propulsores y su excesivo calentamiento lo llevaría a la ruina.
Para evitarlo existen accesorios como el termostato, ventiladores, entre otros que controlan y miden la temperatura, pero ninguno de estos logra lo que si hace el líquido refrigerante. Este es funciona como socio perfecto para el agua que se utiliza en el radiador.
Además de evitar el calentamiento y fallas en el motor, el refrigerante se encarga que el agua normal no se congele fácilmente. En condiciones normales los líquidos se congelan al llegar a los 0°, pero con el uso del líquido refrigerante es temperatura puede descender hasta los -30°. Sin mencionar que evita la corrosión y la oxidación de las piezas metálicas del sistema de refrigeración.
Los compuestos del líquido refrigerante son:
- Agua destilada.
- Anticongelante.
- Bórax.
- Antiespumante.
- Colorante.
¿Por qué es importante el Líquido Refrigerante?
El líquido refrigerante del vehículo es un compuesto químico a base de etilenglicol que tiene la capacidad de regular la temperatura. Ofrece un amplio rango térmico que va desde los menos 30ºC hasta los 140ºC aproximadamente, de modo que su presencia en el circuito interno del motor asegura que este trabaje a una temperatura estable y óptima para su funcionamiento (en torno a los 90ºC).
La función principal del líquido refrigerante es absorber el calor del motor para evitar peligrosos sobrecalentamientos. Además, al tolerar temperaturas muy bajas, no permite que las piezas se congelen en invierno, lo cual causaría graves inconvenientes mecánicos. También actúa como lubricante, limpia y protege de la oxidación a las piezas del sistema de refrigeración gracias a sus propiedades anticorrosivas.
FUNTE: https://www.mundodelmotor.net